Preguntas frecuentes sobre las vacunas contra la COVID-19 para pacientes y cuidadores

Mensaje de la directora médica general de LLS, Gwen Nichols
A medida que sigue orientándose en cuanto a su atención médica para el cáncer durante estos tiempos difíciles, la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma (LLS, por sus siglas en inglés) ofrece una gran variedad de recursos educativos y servicios de apoyo gratuitos que pueden ser de ayuda. Puede comunicarse con los Especialistas en Información de LLS, que son profesionales altamente capacitados y especializados en oncología, aquí (en inglés).
Esta página se actualiza frecuentemente en función de las recomendaciones de los CDC y la FDA. LLS no puede ofrecer consejo médico y no presta servicios médicos. Los pacientes y cuidadores deben abordar las preguntas específicas con su equipo de especialistas encargados de su atención para el cáncer.
Última actualización el 13 de marzo de 2023
Los temas de las preguntas frecuentes incluyen:
- Últimas actualizaciones
- Enfermedad de la COVID-19 en personas y sobrevivientes de cáncer de la sangre
- Vacuna contra la COVID-19 para los pacientes y sobrevivientes de cáncer de la sangre
- Eficacia de la vacuna
- Elegibilidad, momento adecuado y autorizaciones para la vacuna
- Efectos secundarios y seguridad de la vacuna
- Cómo cuidarse después de la vacuna
- Prevención o tratamiento de la COVID-19
- Programas y recursos de LLS para la COVID-19
Recursos de LLS para descargar
ÚLTIMAS ACTUALIZACIONES
Los anticuerpos monoclonales como Evusheld y bebtelovimab, que se fabrican en laboratorios, ya no están autorizados para la prevención o el tratamiento de la COVID-19 de leve a moderada en pacientes no hospitalizados porque no permanecen activos contra las variantes que circulan actualmente. Los fabricantes están trabajando para desarrollar la próxima generación de anticuerpos monoclonales que sean eficaces contra las variantes más nuevas de la COVID-19.
Como alternativa, el plasma de sangre de donantes que se han recuperado hace poco de la COVID-19 y que también se han vacunado completamente puede ser una opción para algunos pacientes. Conocido como plasma de convalecencia con títulos altos contra la COVID-19 (CCP, por sus siglas en inglés) o VaxCCP, este plasma es rico en anticuerpos contra los virus que circulan últimamente. Hay información adicional sobre el CCP con títulos altos, sus usos y cómo localizar dosis en la sección “Prevención o tratamiento de la COVID-19” de estas preguntas frecuentes.
Los medicamentos antivirales siguen estando activos contra las subvariantes de la COVID-19 que circulan actualmente. Paxlovid (comprimidos de nirmatrelvir y ritonavir), Lagevrio (molnupiravir) y Veklury (remdesivir) se recomiendan para el tratamiento de personas con infección por COVID-19 de leve a moderada que tienen un alto riesgo de progresar a infección grave, como los pacientes y sobrevivientes de cáncer de la sangre.
A partir del 1 de febrero de 2023, la FDA eliminó el requisito de una prueba de COVID-19 positiva para recibir alguno de los antivirales orales, Paxlovid o Lagevrio; (Veklury se administra como una infusión). En casos poco frecuentes, a las personas que recientemente estuvieron expuestas a alguien con COVID-19 y que desarrollaron síntomas consistentes con la COVID-19 se les puede diagnosticar la infección, incluso si la prueba es negativa. Es importante buscar atención de inmediato si da positivo en la prueba de detección o si tiene síntomas de la COVID-19, ya que estos medicamentos son más eficaces cuando se los comienza a tomar temprano.
Se recomienda un refuerzo (bivalente) actualizado para todas las personas de 6 meses de edad en adelante, independientemente de su estado inmunitario. Dos nuevos estudios, uno en New England Journal of Medicine (NEJM) y otro en el reporte semanal de los CDC, informan noticias positivas sobre cómo actúa el refuerzo actualizado a medida que surgen nuevas variantes de la COVID-19.
El primer estudio comunicó que el refuerzo bivalente es significativamente mejor que los refuerzos originales para proteger contra enfermedad grave, hospitalización y muerte por la COVID-19. El segundo estudio demostró que la vacuna bivalente también redujo la probabilidad de contraer la COVID-19 incluso a medida que cambian las cepas circulantes del virus.
Es importante destacar que estos estudios no se completaron en pacientes con cáncer de la sangre u otras afecciones que pueden inhibir el sistema inmunitario. LLS recomienda a los pacientes con cáncer de la sangre que reciban todas las vacunas contra la COVID-19 según se recomienda, incluido el refuerzo bivalente, para mantener y reforzar su protección. Debido a que los pacientes con cáncer de la sangre, especialmente quienes tienen neoplasias malignas derivadas de las células B que debilitan el sistema inmunitario, pueden tener una respuesta deficiente a las vacunas, deberían seguir tomando precauciones adicionales aunque estén completamente vacunados, que incluyen llevar mascarilla y evitar los espacios cerrados con multitudes.
La COVID-19, el VSR y la gripe son virus respiratorios. Si bien hay diferencias en la forma en que se propagan, las precauciones que eran comunes en los primeros días de la COVID pueden ayudar a proteger contra los tres. Esto incluye cumplir con el distanciamiento social, usar mascarilla, lavarse las manos frecuentemente, desinfectar superficies y evitar a las demás personas cuando están enfermas.
La COVID se propaga principalmente a través del estornudo, la tos y la expulsión de gotitas respiratorias, por lo que el uso de mascarilla y el distanciamiento social son extremadamente importantes para detener su contagio. El VSR se propaga mucho más a través de superficies contaminadas, por lo que lavarse las manos y limpiar las superficies es más importante con el VSR que con la COVID. La gripe está en un punto medio: puede propagarse a través de las gotitas respiratorias del estornudo y de la tos, pero también al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Lo más importante que cada uno de nosotros puede hacer es vacunarse contra la COVID y la gripe tan pronto como seamos elegibles. Las vacunas contra la COVID y la gripe se pueden administrar en la misma visita, ya sea en diferentes brazos o con al menos 1 pulgada de diferencia en el mismo brazo. Actualmente no hay una vacuna para proteger contra el VSR. LLS recomienda especialmente a los pacientes y sobrevivientes del cáncer de la sangre que se vacunen (y que animen a quienes los rodean a que se vacunen), lleven mascarilla en espacios cerrados y eventos al aire libre con mucha gente, se laven las manos con frecuencia y desinfecten las superficies y, aun así, eviten tocarse el rostro a menos que se hayan lavado las manos muy recientemente.
ENFERMEDAD DE LA COVID-19 EN PERSONAS Y SOBREVIVIENTES DE CÁNCER DE LA SANGRE
En general, los pacientes con cáncer de la sangre tienen un riesgo de tener resultados más graves provocados por la COVID-19, que incluyen hospitalización y muerte, pero el riesgo no es el mismo en todos los tipos de cáncer de la sangre. LLS recomienda que los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes se protejan con la vacuna y que también alienten a los que los rodean a vacunarse. También deberían continuar tomando otras precauciones preventivas, tales como llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación.
En la reunión sobre la COVID-19 y el cáncer de la Asociación Estadounidense de Investigación Oncológica (AACR, por sus siglas en inglés), se presentó un estudio en el que se mostró que los pacientes con cáncer en tratamiento activo con quimioterapia no corren un riesgo mayor de contraer la COVID-19. Si se toman las precauciones adecuadas en el entorno clínico, las interrupciones en la administración de tratamientos contra el cáncer que salvan vidas deberían reducirse al mínimo durante la pandemia de COVID-19. Recomendamos que haga cualquier pregunta que tenga sobre su atención médica para el cáncer a su oncólogo y al equipo de profesionales médicos.
El uso de fármacos dirigidos a la CD20, tales como el rituximab y el obinutuzumab, se ha asociado a un mayor riesgo de casos graves de COVID-19 en pacientes con linfoma. Los pacientes con linfoma pueden presentar inmunodeficiencia debido a su enfermedad o debido al tratamiento con estos medicamentos, lo cual puede provocar un aumento de la incidencia y la gravedad de las infecciones.
Las personas inmunocomprometidas de forma moderada a grave pueden seguir estando infectadas después de los 20 días. Para estas personas, los CDC recomiendan un período de aislamiento de al menos 20 días y finalizarlo con una prueba de detección y una consulta con un especialista en enfermedades infecciosas. Para finalizar el aislamiento, debe tener al menos dos pruebas de detección de la COVID-19 negativas realizadas con al menos 24 horas de diferencia (puede ser una prueba casera o un análisis de laboratorio de la PCR) y no debe tener fiebre durante al menos 24 horas sin tomar un medicamento antifebril, como Advil o Tylenol. Si da positivo después de 30 días, debe consultar a un especialista en enfermedades infecciosas. Si también tiene síntomas continuos, puede beneficiarse del plasma de convalecencia con títulos altos. Puede leer más sobre este tratamiento en la sección "Tratamiento y prevención de la COVID-19" de estas preguntas frecuentes.
VACUNA CONTRA LA COVID-19 PARA LOS PACIENTES Y SOBREVIVIENTES DE CÁNCER DE LA SANGRE
¡Sí! Las vacunas contra la COVID-19 son seguras y ofrecen protección a la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes. Sin embargo, como no todos tendrán una protección total, LLS recomienda que los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes se vacunen y usen protecciones adicionales, como llevar mascarilla y cumplir con el distanciamiento social.
Las personas con cáncer de la sangre corren un alto riesgo de enfermarse gravemente a causa de la COVID-19. Por lo tanto, a menos que tenga una verdadera contraindicación médica para la vacuna, lo cual es poco frecuente, LLS lo anima a estar al día con las vacunas contra la COVID-19 (y todas la demás).
La FDA ha limitado severamente el uso de la vacuna contra la COVID-19 de J&J debido a un mayor riesgo, aunque todavía poco frecuente, de un síndrome de formación de coágulos de sangre que se produce en aproximadamente 3 casos por millón de dosis de la vacuna. Por otro lado, la FDA y los CDC no tienen ninguna preferencia entre las vacunas de Pfizer-BioNtech, Moderna y Novavax contra la COVID-19 para personas con o sin afecciones inmunodepresoras.
Cuando decimos que “actúe como si no estuviera vacunado” nos referimos a que, además de vacunarse contra la COVID-19, los pacientes con cáncer de la sangre deben seguir tomando medidas preventivas, tales como llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación. Esto es especialmente importante debido a la posibilidad de que algunos de estos pacientes no obtengan la protección óptima de las vacunas y por eso podrían ser más susceptibles a infectarse tras la vacunación, en comparación con la población general.
Según las directrices sobre la COVID-19 del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de la ciudad de Nueva York (en inglés), en el caso de pacientes que han recibido una terapia que agota los linfocitos, es razonable pensar en retrasar la vacunación hasta seis meses después de finalizada la terapia, o hasta que haya indicios de recuperación de cantidad y función linfocitaria. Sin embargo, si existe la posibilidad de vacunarse ANTES de que comience la terapia, debería hacerlo. Recomendamos que hable sobre sus preguntas o inquietudes específicas con el equipo de profesionales médicos, ya que la experiencia de cada paciente es única.
Ciertas terapias contra el linfoma, especialmente el rituximab y el obinutuzumab, afectan a la respuesta de los anticuerpos a las vacunas aun después de su suspensión. Esto no significa que las personas que reciben tratamiento con estos medicamentos no deban vacunarse o que las vacunas no les darán algo de protección. Sin embargo, los pacientes deberían asumir que aún están en riesgo y mantenerse alerta, incluso después de haberse vacunado.
La revacunación puede ser una opción para los pacientes que recibieron una o más dosis de las vacunas contra la COVID-19 mientras recibían tratamiento con estas terapias. Los CDC recomiendan que la revacunación debe comenzar alrededor de seis meses después de la finalización de la terapia. No obstante, el equipo clínico del paciente es el que mejor puede determinar la necesidad de revacunación y el momento adecuado para hacerlo.
Los informes publicados sugieren que el uso de inhibidores de la BTK (ibrutinib y acalabrutinib) posiblemente conlleve cierto beneficio para las personas con casos graves de COVID-19. A pesar de que se necesitan estudios más rigurosos para confirmar estos resultados, la recomendación (en inglés) de la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) es que se sigan empleando inhibidores de la BTK en los pacientes con leucemia linfocítica crónica y diagnóstico de COVID-19.
Las personas que se han sometido a un trasplante de HCT o que han recibido células CAR-T suelen presentar inmunosupresión durante meses tras el tratamiento debido a las terapias de mantenimiento y a los medicamentos inmunosupresores, entre otros factores. Según la evidencia actual, las vacunas contra la COVID-19 podrían ofrecerse a estas personas tan pronto como tres meses después de un trasplante de HCT o de una terapia con células CAR-T, a pesar de que su eficacia podría verse reducida en comparación con los resultados que se observan en la población general.
Es muy importante seguir el programa de vacunación que recomiende su equipo de profesionales médicos y, en el caso del HCT, su equipo de trasplante. Los equipos de trasplante en particular saben muy bien cuándo y cómo avanzar con la revacunación después del trasplante.
E incluso después de la vacunación, LLS recomienda que siga tomando precauciones de seguridad adicionales, como llevar mascarilla.
PREGUNTAS SOBRE LA EFICACIA DE LA VACUNA
Las vacunas contra la COVID-19 ofrecen al menos algo de protección a la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre. El Registro Nacional de Pacientes de LLS ha demostrado que la respuesta inmunitaria a la vacuna varía según el tipo de cáncer de la sangre del paciente y el tratamiento recibido (en inglés). Por eso, LLS recomienda que todos los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes se vacunen y actúen como si no estuvieran vacunados.
Sí. Un estudio publicado por LLS demostró que la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre se benefician de una tercera dosis de la vacuna de tipo ARNm contra la COVID-19 (Pfizer o Moderna) como parte de la serie principal de vacunación. Sin embargo, como algunos pacientes con cáncer de la sangre no tendrán una respuesta de anticuerpos completa incluso después de la tercera dosis, es importante continuar tomando otras precauciones, como llevar mascarilla y cumplir con el distanciamiento social No se recomienda una tercera dosis en las personas que reciben la vacuna de Novavax.
¡Sí! Se recomienda administrar la vacuna de refuerzo (bivalente) actualizada una vez para todas las personas de 6 meses de edad en adelante, independientemente de su estado inmunitario. Este refuerzo está diseñado para brindar una mejor protección contra las variantes de la COVID-19 que circulan actualmente. Un estudio publicado en enero de 2023 informó que las personas que recibieron el refuerzo bivalente tuvieron un menor riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte en comparación con quienes recibieron únicamente la vacuna monovalente que se utilizaba previamente. Un segundo estudio, también publicado en enero, demostró que la vacuna bivalente también redujo la probabilidad de contraer la COVID-19 incluso a medida que cambian las cepas circulantes del virus.
Este cuadro de LLS sobre la administración de las vacunas ayuda a las personas con cáncer de la sangre a definir cuántas dosis de la vacuna contra la COVID-19 necesitan y cuándo deben recibirlas.
El 2 de septiembre de 2022 se presentó una nueva dosis de refuerzo (bivalente) actualizada. El refuerzo bivalente añade protección específica contra ómicron junto con protección contra la cepa original de la COVID-19. Lo más importante que todos pueden hacer es recibir todas las dosis de la vacuna, incluidas las de refuerzo, en cuanto sean elegibles. Las vacunas contra la COVID-19 han salvado millones de vidas en todo el mundo. Un estudio publicado en enero de 2023 informó que las personas que recibieron el refuerzo bivalente tuvieron un menor riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte en comparación con quienes recibieron únicamente la vacuna monovalente que se utilizaba previamente. Un segundo estudio, también publicado en enero, demostró que la vacuna bivalente también redujo la probabilidad de contraer la COVID-19 incluso a medida que cambian las cepas circulantes del virus.
Algunos pacientes podrían presentar una respuesta de anticuerpos menos fuerte o no presentar ninguna respuesta debido al tipo de cáncer de la sangre que tienen o al tipo de tratamiento que han recibido. Esto NO significa que la vacunación sea inútil. Es muy importante continuar recibiendo todas las dosis de la vacuna contra la COVID-19 según lo recomendado.
Los anticuerpos son solo una parte de la respuesta; hay otras maneras en las que el sistema inmunitario responde a la vacunación que pueden brindar protección. Un estudio del Registro Nacional de Pacientes de LLS (en inglés) demuestra que algunos pacientes con cáncer de la sangre sin anticuerpos detectables después de la vacunación desarrollan células T que están diseñadas para atacar al virus de la COVID-19.
Si usted ya participa en el registro y tiene más preguntas sobre sus pruebas de anticuerpos, visite nuestra página de preguntas frecuentes sobre el estudio COVID (en inglés).
No se debe hacer una prueba de anticuerpos a menos que el profesional de atención médica se lo recomiende y lo indique. Las pruebas de anticuerpos se deben interpretar con cuidado. Tener anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, parece proteger en cierta medida a las personas de infectarse por el virus y de enfermarse gravemente a causa del mismo. Sin embargo, tener anticuerpos no elimina por completo el riesgo de una infección por el virus causante de la COVID-19 en personas vacunadas.
Todas las vacunas tienen el mismo objetivo: hacer que el cuerpo produzca protección contra una enfermedad sin enfermar a la persona. Las vacunas de Pfizer y Moderna utilizan el ARN mensajero (ARNm) para dar instrucciones a las células del cuerpo con el fin de que produzcan la denominada “proteína de la espícula”, que se encuentra en la superficie del virus causante de la COVID-19. La vacuna contra la COVID-19 de Johnson & Johnson emplea material genético para ayudar a entrenar al sistema inmunitario para que reconozca y responda a la proteína de la espícula. La vacuna de Novavax incluye fragmentos inofensivos de la COVID-19 para desencadenar una respuesta inmunitaria.
Las cuatro vacunas preparan al cuerpo para combatir la infección si se expone al virus real o para minimizar sus efectos. La gran velocidad con la que surgieron las vacunas es realmente extraordinaria, pero su desarrollo está basado en décadas de investigación rigurosa y minuciosamente revisada.
ELEGIBILIDAD, MOMENTO ADECUADO Y AUTORIZACIONES DE LA VACUNA
La vacuna contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech (Comirnaty) y la vacuna contra la COVID-19 de Moderna (Spikevax) están aprobadas por la FDA. La vacuna de Novavax tiene la autorización de uso de la FDA. La vacuna de Johnson & Johnson también tiene la autorización de la FDA, pero ya no se recomienda.
Todas las personas de 6 meses de edad en adelante deben estar al día con todas las vacunas contra la COVID-19 según lo recomendado por los CDC. Cada vacuna tiene la aprobación o la autorización de uso de la FDA y puede estar disponible para diferentes grupos etarios.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha limitado severamente el uso de la vacuna contra la COVID-19 de J&J debido a un mayor riesgo, aunque todavía poco frecuente, de un síndrome de formación de coágulos de sangre que se produce en aproximadamente 3 casos por millón de dosis de la vacuna. Los funcionarios han limitado el uso de la vacuna de J&J porque hay otras opciones más seguras. La vacuna J&J se puede administrar a adultos de 18 años de edad en adelante que no pueden o no quieren recibir otros tipos de vacuna y que, de lo contrario, no se vacunarían. Muy pocas personas que han recibido vacunas similares a la de J&J (basadas en adenovirus) han presentado el síndrome por lo general dentro de 10 a 16 días después de la vacunación. Por lo tanto, se cree que aquellos pacientes que han recibido la vacuna de J&J en el pasado lejano no tienen riesgo de presentar esta complicación.
La mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes deberían seguir el programa de vacunación contra la COVID-19 para las personas inmunocomprometidas de forma moderada a grave. Este programa incluye una dosis adicional de la vacuna como parte de la serie principal de Pfizer-BioNTech o Moderna. No hay una dosis primaria adicional de Novavax. Los pacientes deberían hablar con su equipo de profesionales médicos si no están seguros sobre su riesgo. También puede hacer clic aquí (en inglés) para ver una herramienta útil de los CDC y saber cuándo recibir un refuerzo (desplácese hasta abajo y haga clic en “Find Out When to Get a Booster” (Sepa cuándo recibir un refuerzo)).
Como el sistema inmunitario es muy complejo, no es sencillo responder quién está inmunocomprometido de forma moderada a grave. Las directrices sobre la COVID-19 de los Institutos Nacionales de Salud incluyen en esta categoría a todos los pacientes con cáncer de la sangre que están en tratamiento activo, así como también a los pacientes con cáncer de la sangre que pueden tener respuestas deficientes a las vacunas contra la COVID-19 independientemente del estado de su tratamiento, como quienes tienen leucemia linfocítica crónica (CLL) y linfoma no hodgkiniano.
El sistema inmunitario también está comprometido en cualquiera que haya recibido un trasplante de células madre o que tome medicamentos para suprimir el sistema inmunitario. Los tratamientos para el cáncer de la sangre que suprimen el sistema inmunitario incluyen: inhibidores de la tirosina cinasa de Bruton (BTK, por su sigla en inglés) (p. ej., Imbruvica, Calquence, Brukinsa), tratamientos con anticuerpos anti-CD20 (p. ej., Rituxan, Gazyva) y determinados tratamientos con células CAR-T (Breyanzi, Kymriah, Tecartus, Yescarta).
LLS recomienda especialmente a todos los pacientes con cáncer de la sangre, independientemente de la etapa de tratamiento en la que se encuentren, remisión o recuperación (o período de espera vigilante, que es común para los pacientes con leucemia linfocítica crónica), que hablen con su equipo de tratamiento del cáncer de la sangre sobre el estado del sistema inmunitario y si una dosis adicional de la vacuna principal es adecuada para ellos.
Independientemente del estado inmunitario, todo aquel que sea elegible debe recibir una sola dosis del refuerzo bivalente contra la COVID-19. En este momento, no se recomienda repetir la dosis de los refuerzos bivalentes. LLS vigila atentamente la información científica y las recomendaciones de salud pública nuevas y actualizará esta información según sea necesario.
Toda persona que tenga un sistema inmunitario comprometido también debe seguir llevando mascarilla y cumplir con el distanciamiento social, incluso después de haberse vacunado.
Si recibió las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, se prefiere la misma marca para las tres dosis de la serie principal. Si el mismo producto no está disponible, o si no se sabe cuál se utilizó, puede administrarse cualquiera de estas dos vacunas de ARNm contra la COVID-19 (Pfizer-BioNTech, Moderna). Si recibió la vacuna de Johnson & Johnson, todas las dosis adicionales deberían ser de una vacuna de Pfizer o Moderna. Si recibe la vacuna de Novavax, debería recibir dos dosis del mismo producto. Las dosis de refuerzo se pueden combinar, siempre y cuando se cumplan las reglas de edad y de intervalos mínimos entre las dosis.
Las personas inmunocomprometidas que recibieron la vacuna contra la COVID-19 de Johnson & Johnson deben recibir Moderna o Pfizer-BioNTech para todas las dosis adicionales. Necesitan una dosis de refuerzo bivalente al menos dos meses después de completar la serie principal de vacunación.
Sí. Cualquier vacuna contra la COVID-19, incluido el nuevo refuerzo bivalente, se puede administrar junto con otras vacunas en cualquier momento, pero siempre es mejor consultar a su profesional de atención médica. Esto incluye, por ejemplo, administrar la vacuna contra la gripe y la vacuna contra la COVID-19 el mismo día, siempre y cuando las inyecciones se apliquen en diferentes extremidades o, si se aplican en la misma extremidad, que tengan una separación mínima de 1 pulgada.
Estas son cuestiones sumamente importantes. Debido a que la situación de cada persona es distinta, recomendamos que hable con el equipo de profesionales médicos sobre el momento adecuado para vacunarse contra la COVID-19. En general, es mejor vacunarse antes del tratamiento, ya que la respuesta inmunitaria a la vacuna puede verse afectada en los pacientes que reciben tratamientos contra el cáncer que afectan al sistema inmunitario.
Sin embargo, si usted ya está recibiendo tratamiento, eso no significa que debería renunciar a vacunarse. Aunque su sistema inmunitario no responda por completo a la vacunación, un poco de protección es mejor que ninguna, en especial contra una enfermedad tan grave como la COVID-19 que tiende a afectar con mayor intensidad a los pacientes con cáncer. Por este motivo, se recomienda que los pacientes con cáncer de la sangre alienten a los familiares, amigos y otras personas con las que tienen contacto estrecho a que también se vacunen.
EFECTOS SECUNDARIOS Y SEGURIDAD DE LA VACUNA
Se administraron más de 600 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 en los Estados Unidos, incluidos más de 29 millones de niños.
LLS recopiló datos relevantes de pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes a través del Registro Nacional de Pacientes de LLS (en inglés). Hemos averiguado que el perfil de efectos secundarios de las vacunas es muy similar en pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes, en comparación con la población general. Lea más información acerca de los resultados aquí (en inglés).
La FDA de los Estados Unidos ha limitado severamente el uso de la vacuna contra la COVID-19 de J&J debido a un mayor riesgo, aunque todavía poco frecuente, de un síndrome de formación de coágulos de sangre que se produce en aproximadamente 3 casos por cada millón de dosis de la vacuna administrada. Los ensayos clínicos mostraron un mayor riesgo de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del tejido que rodea al corazón) luego de la administración de la vacuna de Novavax contra la COVID-19, pero estos eventos fueron excepcionalmente poco frecuentes y no hubo evidencia suficiente para concluir que los provocó la vacuna.
Las reacciones alérgicas graves a componentes específicos de cualquier vacuna contra la COVID-19 son poco frecuentes, pero constituyen una contraindicación de la vacunación. Hable con el profesional médico encargado de su atención sobre su riesgo específico.
Algunas personas que recibieron una vacuna contra la COVID-19 han informado hinchazón de los ganglios linfáticos en la axila del brazo en el que les administraron la vacuna, de 2 a 4 días después de haberla recibido. La hinchazón de un ganglio linfático puede ser una reacción o un efecto secundario frecuente de cualquier vacuna, y quienes han reportado hinchazón de los ganglios linfáticos suelen recuperar su tamaño normal en un lapso de cuatro semanas. En la mayoría de los casos, no es necesario realizar ningún otro estudio por imágenes ante la aparición de ganglios linfáticos hinchados después de una vacunación reciente, a menos que la hinchazón persista o se presenten otros síntomas. Es comprensible que, en el caso de los pacientes con cáncer, para quienes el agrandamiento de un ganglio linfático ha sido un signo de su cáncer, cualquier agrandamiento pueda ser un motivo de preocupación. Debe comunicarse con el equipo de profesionales médicos encargados de su atención para determinar cómo procurar el seguimiento adecuado si presenta agrandamiento de un ganglio linfático tras la aplicación de la vacuna.
CÓMO CUIDARSE DESPUÉS DE LA VACUNA
Incluso después de estar completamente vacunados contra la COVID-19, los CDC y LLS recomiendan que los pacientes con cáncer de la sangre y sobrevivientes continúen llevando una mascarilla y tomando otras precauciones para evitar la infección. Esto es especialmente importante debido a la posibilidad de que algunos de estos pacientes no obtengan la protección óptima de las vacunas y por eso puedan ser más susceptibles a infectarse y a los resultados graves de la COVID-19 tras la vacunación, en comparación con la población general.
Los pacientes con cáncer de la sangre deberían seguir siendo cautelosos en cuanto a viajar. A pesar de que todos estamos ansiosos por volver a la normalidad, los viajes aumentan las posibilidades de infectarse por el virus causante de la COVID-19 y de propagar la enfermedad. Antes de pensar en la posibilidad de viajar, pregúntele al equipo de especialistas encargados de su atención para el cáncer si hay alguna otra precaución que debería tomar. Siga siempre cumpliendo con el distanciamiento social, lleve una mascarilla, lávese las manos frecuentemente y evite las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación.
Si bien las vacunas ofrecen al menos algo de protección a la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre, algunos de los pacientes pueden no obtener la protección óptima de las vacunas y podrían ser más susceptibles a infectarse y a los resultados graves de la COVID-19 tras la vacunación, en comparación con la población general. LLS alienta a todas las personas a respetar y proteger a los pacientes con cáncer de la sangre y a otras personas con sistemas inmunitarios debilitados que tienen un riesgo más alto de contraer la COVID-19 (en inglés).
Es importante que todos se vacunen, incluidos amigos y familiares. Al vacunarse, quienes tienen inmunidad normal pueden reducir el riesgo de transmitir la COVID-19 a las personas cuya inmunidad está afectada.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LA COVID-19
El panel de expertos sobre la COVID-19 de los Institutos Nacionales de Salud recomienda el tratamiento inmediato con medicamentos antivirales para pacientes no hospitalizados con COVID-19 de leve a moderada que estén inmunocomprometidos.
La FDA ha aprobado o autorizado varios medicamentos antivirales para tratar a los pacientes con COVID, y muchos están especialmente aprobados para pacientes con mayor riesgo de sufrir consecuencias graves de la infección, como los pacientes con cáncer de la sangre y los sobrevivientes. Para ser eficaces, estos tratamientos deben comenzar tan pronto como sea posible después de una prueba de COVID-19 positiva o la aparición de los síntomas. También existe una infusión llamada plasma de convalecencia con títulos altos que puede ser eficaz en ciertos pacientes. Los tratamientos con anticuerpos monoclonales ya no se recomiendan porque no permanecen activos contra las cepas que circulan actualmente.
Un anticuerpo monoclonal llamado Evusheld fue autorizado para ayudar a prevenir la infección por el virus de la COVID-19 en personas que no se pueden vacunar o que no se espera que tengan una respuesta inmunitaria adecuada a la vacuna. Sin embargo, el 26 de enero de 2023, la FDA declaró que Evusheld ya no tiene autorización de uso hasta nuevo aviso porque no permanece activo contra las cepas de la COVID-19 que circulan actualmente.
Sí, necesitará una receta para recibir cualquier tratamiento contra la COVID-19. Los médicos, los enfermeros titulados de práctica avanzada y los médicos asistentes pueden recetar estos medicamentos según estén autorizados por las leyes de cada estado en particular. No necesita una receta para recibir las vacunas.
Los antivirales contra la COVID-19 actúan interrumpiendo la replicación del virus dentro del organismo. Esto disminuye la cantidad de virus en el cuerpo (también llamada carga viral), lo que puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas de la COVID-19 y acortar la duración de la enfermedad. Para ser eficaces, los medicamentos antivirales deben tomarse, por lo general, tan pronto se tenga una prueba de COVID-19 positiva o aparezcan los síntomas.
Hay tres medicamentos antivirales disponibles para tratar la COVID-19 en personas que tienen un alto riesgo de progresar a infección y consecuencias graves, como los pacientes con cáncer de sangre. Paxlovid (nirmatrelvir reforzado con ritonavir, para mayores de 12 años) y Lagevrio (molnupiravir, para mayores de 18 años) son medicamentos orales que se utilizan únicamente en pacientes no hospitalizados; ambos se toman durante cinco días. Veklury (remdesivir), que puede utilizarse en adultos y en pacientes pediátricos de 28 días en adelante, se administra por vía intravenosa o con una inyección en un establecimiento de cuidado de la salud durante tres días.
Se ha informado que el rebote de COVID-19 se produjo en un pequeño porcentaje de pacientes de 2 a 8 años de edad después de la recuperación inicial de la COVID y suele incluir síntomas recurrentes pero más leves y una prueba de detección de la COVID positiva después de haber dado negativo. El 24 de mayo, los CDC informaron que no hubo enfermedad grave en los pacientes que tuvieron un rebote después del tratamiento con Paxlovid y no hicieron ningún cambio en este informe en los meses posteriores.
Paxlovid es uno de los tratamientos más eficaces disponibles para las personas con COVID de leve a moderada; tiene una eficacia de casi el 90 % respecto a la prevención de la hospitalización.
Como Paxlovid es el único antiviral oral altamente eficaz para el tratamiento de la COVID-19, el panel de expertos de los Institutos Nacionales de Salud recomienda que cuando las interacciones medicamentosas se pueden controlar de manera segura, no se debe impedir el uso de Paxlovid.
Sin embargo, Paxlovid no se debe utilizar al mismo tiempo que los medicamentos que interactúan fuertemente con la misma enzima hepática de la que depende Paxlovid para ser eliminado del cuerpo. No hay medicamentos contra el cáncer de la sangre de uso frecuente que estén contraindicados para su uso al mismo tiempo que Paxlovid. Sin embargo, hay muchos que tienen al menos algo de interacción con esta enzima hepática.
Estos medicamentos incluyen, entre otros, ibrutinib y otros inhibidores de la BTK, venetoclax, vinblastina y vincristina. En estos casos, es mejor consultar con su médico ya que puede ajustar las dosis del medicamento para una administración segura. La mayor parte de la posible interacción de Paxlovid se resuelve de 2 a 3 días después de haber tomado la última dosis, pero puede tardar más en personas mayores.
Los pacientes inmunodeprimidos deben hablar con su equipo de atención médica para el cáncer sobre si se justifica repetir la prueba de PCR para garantizar que se eliminó el virus. Si el virus no desaparece tras el tratamiento con Paxlovid, quizás sea necesario indicar un tratamiento adicional, como plasma de convalecencia.
Cuando una persona entra en contacto con un agente infeccioso, incluido el virus que causa la COVID-19, el cuerpo produce de forma natural anticuerpos para ayudar a combatir la infección. Las vacunas están diseñadas para ayudar a las personas a producir estos anticuerpos antes de que entren en contacto con la COVID-19 y se enfermen. Los anticuerpos monoclonales se producen en un laboratorio y se administran como una infusión para proporcionar otra barrera de defensa contra la COVID-19. Desde el 26 de enero de 2023, no hay anticuerpos monoclonales con autorización de uso en los Estados Unidos para prevenir o tratar la COVID-19 porque no son eficaces contra las cepas que circulan actualmente.
El fabricante de Evusheld y otros están trabajando para crear nuevos tratamientos con anticuerpos para brindar una mejor protección contra las cepas de la COVID-19 en evolución. Todavía no está claro cuándo estarán disponibles.
El plasma de convalecencia con títulos altos contra la COVID-19 (CCP) se obtiene de donantes de sangre que se han recuperado de la infección por COVID-19. El plasma de donantes que no solo se han recuperado de la COVID, sino que también están vacunados (a veces llamado VaxCCP), tiene niveles extremadamente altos de anticuerpos que hasta ahora han demostrado neutralizar todas las variantes conocidas de COVID. Varias sociedades médicas, incluida la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (Infectious Disease Society of America), recomiendan el uso del CCP en pacientes inmunodeprimidos. Se debería administrar en los primeros 8 días a partir de la aparición de los síntomas. El CCP evoluciona con el virus porque el plasma obtenido recientemente contiene anticuerpos contra los virus que han circulado hace poco.
¿Qué tan efectivo es el tratamiento de plasma de convalecencia con títulos altos contra la COVID-19?
El tratamiento con plasma de convalecencia con títulos altos es una opción eficaz en situaciones en las que otros tratamientos no están disponibles, ya no son eficaces o no pueden utilizarse debido a las interacciones medicamentosas. Por ejemplo, en varios estudios recientes se demostró la eficacia del plasma con títulos altos para tratar a pacientes inmunodeprimidos, incluidos los pacientes con cáncer de sangre, que han tenido un avance de la infección a pesar de la vacunación, y en los que el tratamiento con anticuerpos monoclonales y antivirales no ha sido eficaz para eliminar el virus.
Los pacientes inmunodeprimidos que han recibido los tratamientos adecuados, pero que siguen presentando síntomas de COVID-19 y resultados de la prueba positivos y prolongados (medidos con pruebas víricas basadas en la PCR y no en kits de detección caseros) pueden beneficiarse del plasma de convalecencia con títulos altos. Los pacientes inmunodeprimidos pueden presentar una infección intermitente a pesar del tratamiento adecuado, lo que puede causar una enfermedad en el paciente afectado y un riesgo continuo de contagio del virus a otras personas. La infección prolongada también puede posibilitar que el virus genere variantes que luego puedan propagarse a otros.
Hable con su equipo de atención médica si cree que el plasma de convalecencia con títulos altos es adecuado para usted. La FDA de EE. UU. ha autorizado su uso para el tratamiento de la COVID-19 en pacientes con inmunosupresión a causa de una enfermedad o que reciben un tratamiento inmunosupresor, ya sea de manera ambulatoria o mediante hospitalización.
Un profesional de atención médica debe solicitar el plasma de convalecencia contra la COVID-19 a un banco de sangre. Si el plasma de convalecencia con títulos altos no está disponible a nivel local, su profesional de atención médica puede trabajar con el centro de sangre local para obtenerlo a través de Centros de Sangre de Estados Unidos (Blood Centers of America) (para más información visite http://bca.coop/products-services/ccp o comuníquese por correo electrónico a covidplasma.bca.coop).
El panel de expertos de los Institutos Nacionales de Salud, responsable de desarrollar las directrices de tratamiento para la COVID-19, ha revisado los resultados de muchos estudios, ensayos clínicos y análisis sobre la vitamina D. En este momento, no hay suficiente evidencia para hacer una recomendación a favor o en contra del uso de la vitamina D para la prevención o el tratamiento de la COVID-19.
La mayoría de los estudios actuales tienen limitaciones significativas, como una cantidad muy pequeña de pacientes inscritos, falta de consistencia en los tipos de pacientes estudiados (por ejemplo, con diversos grados de gravedad de la COVID-19) o el uso de muchos medicamentos diferentes de manera simultánea que pueden alterar los resultados individuales.
Algunos estudios observacionales (estos tipos de estudios no pueden determinar si un medicamento puede provocar, prevenir o tratar una enfermedad) sugieren que los niveles bajos de vitamina D pueden aumentar el riesgo de infección por COVID o de muerte relacionada con la COVID, pero no hay evidencia clara de que tomar vitamina D proteja contra la infección o la muerte.
LLS recomienda que los pacientes hablen con su equipo de atención médica acerca de sus niveles de vitamina D y de si deben tomar suplementos de vitamina D.
PROGRAMAS Y RECURSOS PARA LA COVID-19
Nuestro Registro Nacional de Pacientes, investigaciones desarrolladas y dirigidas por LLS, brinda a los pacientes con cáncer de la sangre, de 18 años de edad en adelante, la oportunidad única de unirse a los esfuerzos de LLS para aumentar el conocimiento científico sobre la forma en que la COVID-19 y las vacunas contra ella los afectan. Lea más resultados del estudio del registro y sobre las investigaciones actuales aquí.
Visite www.lls.org/registry (en inglés) para obtener más información sobre cómo unirse al registro. Para obtener más apoyo, llame al (844) 696-7228 o envíe un correo electrónico a PACT@LLS.org Si usted ya participa en el registro y tiene más preguntas sobre sus pruebas de anticuerpos, visite nuestra página de preguntas frecuentes sobre el estudio COVID (en inglés).
LLS está invirtiendo en el trabajo de investigadores de primer nivel de todo el mundo para responder las preguntas relacionadas con cómo la COVID-19 y las vacunas contra la COVID-19 afectan a los pacientes con cáncer de la sangre. Por ejemplo, los investigadores financiados por LLS están estudiando cómo el curso de la enfermedad de la COVID-19 difiere en los pacientes inmunocomprometidos con cáncer de la sangre y si se beneficiarían de la prevención dirigida y de las opciones de tratamiento en comparación con quienes tienen sistemas inmunitarios normales.
Debido a que los pacientes con cáncer de la sangre no se incluyeron en los estudios clínicos que tuvieron como resultado la autorización de las vacunas contra la COVID-19, LLS se centra en financiar investigaciones para entender cómo funcionan las vacunas en las personas con todos los tipos de cáncer de la sangre. LLS está ayudando a responder preguntas, como: ¿Los pacientes con cáncer de la sangre necesitan más dosis de vacunas que la población general? ¿Deberían recibir sus vacunas con un cronograma más comprimido? ¿De qué manera la respuesta de anticuerpos y la activación de las células T que combaten la enfermedad difieren en las personas con diferentes tipos de cáncer después de la vacunación? Puede leer acerca de las becas recientes de LLS para la COVID-19 y otros temas de investigación aquí (en inglés).
LLS está cumpliendo con su parte al asegurarse de que los legisladores encargados del plan de distribución de vacunas en el país tomen en cuenta los intereses de los pacientes con cáncer de la sangre. Nuestros esfuerzos se resumen a continuación:
Casa Blanca
Nosotros en LLS, junto con otras organizaciones asociadas, estamos vigilando atentamente el proceso de distribución de vacunas a cargo de la administración del presidente Biden. Les comunicaremos a los funcionarios de la administración las estrategias que creemos que mejorarán el acceso a las vacunas y, asimismo, actualizaremos nuestras recomendaciones a medida que la situación evolucione. También estamos en comunicación con legisladores de los gobiernos estatales.
Requisitos para vacunarse
Algunos pacientes con cáncer de la sangre no producirán anticuerpos contra la COVID-19 incluso después de recibir todas las dosis de la vacuna contra la COVID-19, lo que hace que sea especialmente importante que se vacunen las personas que los rodean. Las medidas de salud pública, como los requisitos para vacunarse, cumplen una función importante para reducir el riesgo de COVID-19 en los pacientes con cáncer, sobrevivientes de cáncer y otras personas inmunocomprometidas. LLS apoya las estrategias de salud pública comprobadas, como los requisitos para vacunarse, y se opone a las políticas que perjudican estos requisitos.
En respuesta a las preocupaciones sobre las barreras que impiden el acceso de algunos inmigrantes por los requisitos de documentación previos a recibir la vacuna contra la COVID-19 y sobre las personas que reciben facturas indebidas con cargos por la vacunación contra la COVID-19, la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, por sus siglas en inglés) ha elaborado dos hojas informativas, que están disponibles en inglés y español, para ayudar a los pacientes y proveedores a entender mejor sus derechos.
Puede comunicarse con el Departamento de Salud Pública de su zona para comprobar la disponibilidad y los lugares de distribución en su área y para buscar información sobre cómo programar una cita para vacunarse. Los CDC también cuentan con un recurso en línea para buscar lugares donde puede vacunarse, “A dónde ir”.
Usted podría tener que pagar de su bolsillo o no si se somete a pruebas de detección de la COVID-19, o si necesita recibir medicamentos u otro tipo de atención para tratar la enfermedad. Tendrá que verificar la cobertura con su compañía de seguro médico. A continuación, le ofrecemos algunos consejos y recursos para comenzar:
- Marque el número de llamada gratuita que aparece al reverso de su tarjeta de seguro médico
- Lea información sobre la cobertura de Medicare en cuanto a las necesidades relacionadas con el coronavirus